De la publicación del último Mapa Estratégico de Ruidos (MER) del Concello de Vigo, 4ª Fase, se destaca en Navia uno de los puntos negros de la ciudad, principalmente por la subida del nivel de ruido generado por la VG-20 debido a su aceleración desde la rotonda hacia fuera de Vigo.
«la autovía VG-20 es la vía de alta capacidad responsable de la mayor incidencia sobre la población, esencialmente debido a su paso por el nuevo desarrollo urbano del polígono de Navia que transcurre contiguo a la VG-20 sin ningún tipo de medida correctora (situación que ya se ha destacado en anteriores ediciones del mapa y planes de acción correspondientes). El 55 % de la población expuesta a niveles de ruido globales Lden superiores a 65 dBA por la emisión de grandes ejes viarios se debe únicamente a esta vía de gran capacidad, alcanzando el 60% en el caso de exposición nocturna Ln a niveles de ruido superiores a 55 dBA.»
Según este estudio, unos 4000 habitantes de Navia cercanos a la VG-20 estarían expuestos a niveles superiores de ruidos nocturnos de 55dB y de media unos 3600 habitantes a ruidos superiores a 65dB.
El anterior estudio, la 3ª fase que data de 2017, marcaba una menor incidencia del ruido en los edificios impares de Teixugueiras desde el número 19 al 29 que se ha incrementado hasta en 2,8dB en estos 5 años y en los que no se ha aplicado medida correctiva alguna:
La Figura muestra un ejemplo del efecto que produce en la huella de ruido el incorporar en esta 4ªFase del MER diferentes tramos de aceleración en los ejes viarios, gracias al nuevo modelo de cálculo CNOSSOS-EU. Como se puede ver, al incluir en la autovía VG-20, en la zona de Navia, distintos tramos de aceleración, con velocidades desde 0 o 20 km/h (rotonda inicial) hasta los 120 km/h máximos permitidos, la exposición al ruido de las fachadas de las viviendas más próximas al vial se va incrementando progresivamente en dirección salida, en comparación con los resultados de la 3ªFase, en donde la huella es uniforme de principio a fin. En este caso, además, la intensidad de tráfico en dicho tramo se ha visto incrementada en cerca de un 40% en el periodo diurno, cuyo índice L d es el
representado en la figura, por lo que no se trata aquí de comparar los niveles de ruido alcanzados en las fases 3ª y 4ª, sino de observar el citado efecto de los tramos de aceleración que se incluyen con el método CNOSSOS-EU, empleado en la presente revisión del MER.
Mientras en estos años la reducción de la velocidad de 50 a 30 en gran parte de las ciudades, así como algunas humanizaciones, han colaborado a la reducción de los ruidos generados por el tráfico en Vigo, en Navia, por contra, se da la situación contraria en la que la no aplicación en estos años de medidas correctoras (como la reducción de velocidad, pantallas acústicas, soterramiento, radar o bandas sonoras) y el aumento del tráfico han justificado el importante crecimiento del ruido.
La solución más efectiva pasa por el soterramiento de la VG-20 y la VI-30 pero debido al coste de la obra y las distintas administraciones implicadas, no parecen tenerlo entre sus principales prioridades mientras que las otras medidas posibles se plantean como parches pero no como soluciones al problema de ruidos y, de paso, a otros problemas relacionados con los servicios, la movilidad, la integración con otros barrios, etc.