Atlántico Diario publica hoy una noticia sobre algo que hemos constatado recientemente en el tema de la demanda de vivienda en nuestro barrio, actualmente representada por los pisos de Rabo de Galo, en proceso de adjudicación, que están avanzando lentamente.
La demanda de la vivienda protegida ha caído, principalmente por los problemas que ponen los bancos para la concesión de hipotecas, pero también hay una fase de cambio de la valoración de la vivienda como inversión, y de descenso del valor de las viviendas libres y de segunda mano existentes en Vigo, por lo cual la diferencia entre adquirir una VPO o encontrar una «ganga» en el mercado inmobiliario ya no influye tanto en la presión de los compradores por tomar una decisión en un plazo breve. Todo esto unido a la inestabilidad económica y laboral plantea demasiadas dudas a los demandantes como para lanzarse a la compra de cabeza.
Caen en picado los demandantes de vivienda protegida
A las 343 viviendas oficiales que se comenzaron a construir en Navia en 2006 optaron un total de 8.186 personas
La crisis influye en el endurecimiento de las condiciones de las hipotecas pero también en el ánimo de los ciudadanos, cuyas expectativas de adquirir un piso han caído en picado al igual que la economía. Así, si a las 343 viviendas oficiales de Navia optaron más de 8.000 personas, a las de la promoción de Rabo de Galo apenas 300 y en el Casco Vello unas doscientas.
A día de hoy, el Consorcio del Casco Vello de Vigo (CCVV) es propietario de 36 inmuebles, de los cuales quince están completamente rehabilitados. Se trata de 52 viviendas de las cuales 35 saldrán a la venta, once en régimen de alquiler y otras seis están destinadas a realojos. La previsión de la Xunta, que participa en su mayoría este organismo junto al Concello, es que a lo largo de este 2011 estén totalmente rehabilitadas cerca de un centenar de viviendas en el barrio histórico vigués.
Al primer concurso para adjudicar 19 de esas viviendas rehabilitadas en Abeleira Menéndez, Real y Santiago, se presentaron apenas doscientas personas, una cifra relativamente baja dadas las condiciones de los inmuebles.En el caso de la promoción Rabo de Galo, se inscribieron unas trescientas en cada una de las promociones, aunque en muchos de los casos los demandantes que optaban al primer bloque, al no resultar adjudicatarios, se volvieron a presentar a los siguientes.
Estas cifras de demandantes distan mucho de las que tuvieron las viviendas sociales de Navia, diseñadas por Salvador Fraga, y que se entregaron a finales del pasado año. Así, a las 343 viviendas que se comenzaron a construir en 2006 optaron un total de 8.186 personas. La situación económica de entonces, fundamentalmente, y la lentitud del proceso –la entrega estaba prevista para 2007 y finalmente tuvo lugar en 2010– hicieron que miles de vigueses optasen a estas viviendas de entre 2 y 4 habitaciones cuyos precios oscilaron entre los 65.000 y los 95.000 euros.
Los restantes 41 pisos de las viviendas sociales de Navia fueron entregadas por la Xunta al Concello, que destinó seis a realojos, siete a fines sociales y las otras 28 a alquiler. Así, se creó una bolsa de alquiler destinada a familias con rentas bajas y que pagarán cada mes entre 116 y 166 euros.
Los solicitantes, que tuvieron de plazo hasta el pasado 16 de mayo, tienen que cumplir unos requisitos de renta y estar empadronados en Vigo.
Así, se pondrán en alquiler seis viviendas para personas con movilidad reducida; otras 13 para personas con ingresos inferiores a 1,5 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples); y otros nueve pisos para personas con ingresos que sean entre 1,5 y 2,5 veces el IPREM.
Cierto es que algunas cifras no son comparables, ya que para las viviendas de la Xunta se tiró de registro de demandantes y se hizo una criba a posteriori, y para las viviendas actuales se usa el sistema de abrir un periodo de inscripción voluntaria donde ya se filtran previamente los posibles adjudicatarios. Proceso del cual muchos demandantes no tienen conocimiento alguno debido a la escasa información que se proporciona en los medios, salvo que estén visitando la web del IGVS o que conozcan a alguien que esté metido en temas de vivienda protegida o, incluso, que sean demandantes muy interesados en conseguir vivienda, quizás la minoría, y estén encima de las redes, webs y blogs como éste que informan de este tipo de actuaciones en nuestra zona.
Posiblemente algunos de los pisos que hoy optan a venta acaben entrando en el saco de viviendas de alquiler con opción a compra o incluso de viviendas de alquiler, aunque para ello los precios, al menos los de alquiler, tendrán que ajustarse un poco más ya que se habla de importes entre los 500 y 800 euros que no parecen ser unos alquileres razonables para viviendas de protección.
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